Desde el punto de vista de la ciencia, los fármacos psicoactivos son toda sustancia química de origen natural o sintético que al introducirse por cualquier vía (oral-nasal-intramuscular-intravenosa) afecta las funciones de los organismos vivos, específicamente afectan las funciones del Sistema Nervioso Central (SNC), compuesto por el cerebro y la médula espinal. Estas sustancias son capaces de inhibir el dolor, modificar el estado anímico o alterar las percepciones.
Un medicamento psicoactivo está prescrito por un médico:
tras un examen, este establece un diagnóstico y, si lo estima necesario,
determina el tratamiento adaptado al estado de salud del paciente.
La
clasificación de las drogas según los efectos que producen a nivel del sistema
nervioso central constituye el sistema de clasificación más aceptado en la
actualidad (frente a la distinción entre drogas duras y blandas o legales e
ilegales). Según éste las distintas sustancias podrían clasificarse en una o varias
(drogas mixtas) de las siguientes categorías:
·
Estimulantes o psicoanalépticos
·
Alucinógenos o psicodislépticos
DEPRESORES DEL SNC O PSICOLEPTICOS
Inhiben el funcionamiento del sistema nervioso central, enlenteciendo
de esta manera la actividad nerviosa y el ritmo de las funciones corporales.
Entre los efectos que producen se encuentran relajación, sedación, somnolencia,
sueño, analgesia e incluso coma. Las sustancias que hacen parte de este grupo
de depresores se encuentra el alcohol, los diversos tipos de opiáceos (heroína,
morfina, metadona, etc.
ESTIMULANTES O PSICOANALEPTICOS
Producen una activación general del sistema nervioso central
en forma momentánea, dando lugar a un incremento de las funciones corporales,
exagerando la naturaleza de los estímulos. Pasado su efecto provoca depresión
neurológica.
Se establece una distinción entre estimulantes mayores
(tales como la cocaína o las anfetaminas) y menores (como la nicotina o las xantinas:
cafeína, teína, teobromina).
ALUCINOGENOS O PSICODISLEPTICOS
También conocidos como perturbadores. Producen un estado de
conciencia alterado, deforman la percepción y evocan imágenes sensoriales sin
entrada sensorial. Ejemplos de estas sustancias los constituirían la marihuana,
el LSD o las drogas de síntesis (que por los efectos que producen serían más
bien consideradas como sustancias mixtas estimulantes-alucinógenas). Los
alucinógenos también se encuentran de manera natural. Entre los más utilizados
están, los hongos psilocibios, presente en el peyote y los cactus de la familia
Trichocereus, la ayahuasca amazónica y otros más.
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